Esta mañana he tenido el placer de realizar un taller sobre el uso de Instagram en adolescentes, poniendo sobre la mesa el impacto de esta red social en los más jóvenes, red que no para de crecer y que a día de hoy es la red social más utilizada a nivel mundial.
En mi unidad trabajamos con niños, jóvenes y adolescentes hasta 18 años de edad, pertenece al Instituto Balear para la Salud Mental de la Infancia y Adolescencia, por lo tanto hablarles de su red social tanto del buen como mal uso me parecía algo prioritario y sobre todo, quería que esta información viniera de la mano de su enfermera.
Comenté la idea con mi supervisora, a la que quiero agradecer su implicación para que la realización de este taller fuera posible. Llevo 9 años trabajando en esta unidad, me he encontrado siempre con muchas barreras a la hora de llevar a cabo acciones y talleres de interés para los pacientes, el tema de las competencias profesionales no está totalmente definido en esta unidad y queda mucho trabajo por hacer en este sentido. Pero desde que llegó mi súper, Eugenia Nadolu, pasito a pasito está consiguiendo cambios que eran muy necesarios, me apoya y me facilita en todo lo que puede cambios para acudir a Jornadas y lo más importante: hace posible que me implique en lo que más me apasiona, el trabajo con los adolescentes y las tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la salud.
Me gusta compartir las cosas tal y como son, con la intención de que veáis que todo cuesta, pero si tienes un sueño, una propuesta de mejora, ideas o acciones que mejoren nuestra práctica asistencial ofreciendo cuidados más excelentes y que hagan ver las competencias profesionales de las enfermeras, hay que lanzarse a por ello. Hablar con quien haya que hablar, tocar puertas y currarse en este caso un taller, lo que haga falta, pero nunca quedarse anclados en el pasotismo o en el siempre se ha hecho así. Hay que pasar a la acción y este año este es mi lema.